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Una cultura en una marca

Cuando Arzum nos brindó la oportunidad de crear Okka, una marca pensada para conectar con el público turco, no pudimos dejar de lado toda la inspiración del presente, pasado y futuro cultural de Turquía para crear su tipografía.

Pese a que desde Atatürk Turquía inició una transición hacia la cultura occidental, su legado islámico, a través de las mezquitas, de los mercados, el comercio y de sus costumbres, sin duda conforma una parte importante de la identidad cultural del país y de sus habitantes.

Por eso, cuando Arzum nos pidió crear una nueva marca que transmitiera el espíritu turco, no pudimos dejar de lado toda esta inspiración para crear una tipografía sencilla aunque plagada de matices.

El proceso de encapsular imaginarios culturales en una marca se trabaja especialmente en los proyectos de branding de ciudades. En éstos, los logotipos y símbolos son potentes instigadores de asociaciones positivas hacia un lugar o región. Son elementos visuales que de forma inmediata provocan una serie de emociones o ideas positivas que se relacionan con la ciudad. Generando interés para los de fuera pero también sentimiento de pertenencia y cohesión para sus habitantes, con el objetivo último de contribuir al crecimiento económico a través del turismo y la inversión.

La principal complejidad conceptual de este tipo de proyectos es que no se trata de transmitir la visión de una persona o un equipo, sino de sintetizar los deseos, la idiosincrasia y los valores de millones de personas y explicarlos de una forma relevante y aspiracional para ellos mismos y para todos los demás.

Melbourne, por ejemplo, con su nueva identidad recoge el espíritu innovador de sus habitantes, su aspecto multifacético y su espíritu de ciudad vibrante, visionaria y apasionada.

Seúl es otro caso en el que a través de una tipografía se ha conseguido transmitir toda la pluralidad de una cultura. El cambio de la O por una grafía en Hangeul (el alfabeto coreano) pretende transmitir la coexistencia entre occidente y oriente en la ciudad, igual que la I (yo) y la U (tú), la coexistencia entre personas. Finalmente, los dos puntos representan la coexistencia entre la pasión (rojo) y el relax (azul). Un branding en el que los matices de la tipografía están pensados para transmitir una Big Idea clara.

Este ejercicio, sin embargo, no es exclusivo de cafeteras de café turco o del City Marketing, sino que es un elemento clave del branding de cualquier producto o servicio que deba integrarse o sugerir un imaginario cultural o histórico.